lunes, 19 de junio de 2017

HABLEMOS CLARO ¿SOY ACTIVA PASIVA O INTER?

HABLEMOS CLARO ¿SOY ACTIVA PASIVA O INTER?

Estas etiquetas se usan en especial en relaciones homosexuales, porque se da como un hecho que en una relación heterosexual la mujer es pasiva y el hombre
pasivo, aunque la relación sexual heterosexual no es tan estrecha y no se limita a eso, a nadie le preocupa definirse como activa o pasivo en una relación heterosexual.
Por ello si eres mujer y te gustan los hombres, nadie se acerca a ti y antes de coquetear formalmente contigo te pregunta: ¿y tú... eres activa o pasiva? Cosa que puede ser que te pase muy seguido si eres lesbiana.
Parece algo muy importante en el caso de ser una pareja lésbica, de entrada te dice si se llevarán bien sexualmente o no, sin tener que llegar a la desilusión después de haberse desnudado y no haber pasado de unos besos porque ninguna de las dos supo que hacer cuando la otra no tomaba la iniciativa.
Además cobra importancia no solo en la relación sexual sino más allá de esta, sobre todo porque ser activa o pasiva viene con una especie de libreto, una forma específica de cómo comportarse en la relación, quien abre la puerta a quien, quien sirve la comida, quien paga, quien maneja el auto et… y es aquí donde tienen sentido las definiciones y donde puedes ir decidiendo que es lo que se acomoda más a ti.
Pero vamos a dividir estas definiciones en dos aspectos el primero una dimensión erótico - sexual y otro de actitud
Si eres activa en una relación lésbica en la parte sexual o erótica:
Eres quien toma la iniciativa en el acto sexual, tú la desnudas, la acaricias, ella baila para ti y te hace un striptease ella es provocativa, coqueta y tú eres más de tocar, de besar, acariciar, penetrar, eres tu quien hace sexo oral, y hace pesas con los dedos para poder aguantar toda la noche, te preocupa tener las uñas cortas para no lastimarla y tener fuerza en el brazo para poder responder cuando ella te dice: si! Así! más fuerte, más fuerte!
No es algo que alguien te enseñe, (o eso es aparentemente) sencillamente te dan ganas de tocar, de ver, de penetrar, imaginas las cosas que le harás, más o menos así:
Voy a ponerla contra la pared, mientras la beso subir su falda para acariciar sus piernas, morder su cuello el aroma de su piel me embriaga, cargarla hasta la cama es un placer, quiero que se quede desnuda o con parte de la ropa, me encanta que se quede con los calzones puestos o verla mientras se desnuda… lo que quiero es sentir su piel y comerme la entera comenzando por…
Tú eres quien lo pide o lo actúa, es algo que te gusta hacer, lo imaginas, lo sientes y lo actúas de manera espontánea. Una situación importante es que haciendo todo esto te sientes satisfecha, incluso tener orgasmos, por tocarla, o en el momento en que ella se viene o mientras estas arriba de ella estimulándola con alguna parte de tu cuerpo, la pierna, el brazo o directamente rosando tu clítoris con el de ella, y estás más que bien.
Algunas mujeres que se viven como activas incluso no gustan de que su pareja las toquen o no mucho, no se dejan tocar la vulva, los senos y aún menos se dejan penetrar. Al hablar de esto inicia tal vez la parte actitudinal,
Actitudes de una lesbiana activa:
Algunas dicen yo soy el niño y tú la niña, a mí no me toca eso de que me penetren. Incluso les cuesta trabajo ir a la ginecóloga porque son tocadas, vistas, incluso penetradas.
Entonces entramos a esta otra parte que habla de ser masculina, el secreto está en las palaras soy niño tu niña, solo usan pantalón, cabello corto, caminan de manera masculina, sin maquillaje, sin aretes, además haciendo suyas actitudes “masculinas” o asociadas a lo “masculino”, como, trabajar fuera, pero no hacer nada en casa, su pareja les sirve de comer, hace la comida, lava la ropa, hace el quehacer de la casa etc.
La idea es que te nace más hacer cosas como arreglar el carro, hacer mantenimiento a las goteras, traer el dinero a casa, resolver cosas fuera de la casa y con otras personas que dentro haciendo cosas “femeninas”.
Algunas personas ven esto como una copia del modelo heterosexual en el que alguien tiene que hacer de hombre y alguien tiene que hacer de mujer, incluida la idea de la división de tareas, otras personas lo viven como un juego erótico donde el placer que se vive en la cama se extiende a la vida cotidiana. Esto lo deciden las parejas, y así como cada cabeza es un mundo cada pareja es una constelación entera.

Si eres pasiva en una relación lésbica en la parte sexual o erótica:
Te gusta que te hagan, eres más de esperar a que te propongan, en lugar de proponer, en caso de ser quien inicia, siempre es a través de coqueteo o de una forma indirecta, casi no te gusta decir abiertamente lo que quieres y cuando lo quieres, pero cuando pides, lo que te nace y sientes lo que se te antoja es que ella te haga algo, por ejemplo:
Quiero que me acuestes en la cama completamente desnuda, con las manos sujetas arriba de la cabeza, quiero que me abras las piernas, y no me permitas cerrarlas, quiero que me bese mientras toca mis senos y me acaricia toda, quiero sentir como me intento zafar de sus piernas y tus manos pero no poder, quiero sentir que me tienes abierta, quiero sentir tu cuerpo sobre el mío, sentir tu peso sobre mí y mientras me masturbas…
La idea es que te gusta que te hagan, puedes moverte, gemir, pedir, implorar, pero hacer sexo oral, penetrar, tomar la iniciativa para colocarla a ella en alguna posición es algo que dejas en manos de ella. Y con eso te sientes satisfecha, bien, este es el tipo de sexo placentero que te parece satisfactorio y pleno.
Recuerdo a alguien que se definía lesbiana pasiva y que contaba que eso de ser activa no se le daba, recordaba que el día que intentó hacer sexo oral a la otra, se
quedó dormida.
Actitudes de una lesbiana pasiva
El libreto de ser pasiva que va más allá del placer sexual, trata de ser dócil, tierna y hacendosa, lo esperado es que: seas muy femenina, te pintes, lleves el cabello largo o con algún peinado moderno, aretes, tacones, falda o vestido, nada masculino, cuando la gente se entera que eres lesbiana suelen decir: jamás lo hubiera pensado, eres tan femenina…
En el hogar sueles ser quien hace la comida, lava los trastes, se hace cargo de las cosas del hogar y tenerlo en orden, puede ser que incluso no trabajes, y en caso de que si trabajes, trabajas menos o haces la doble jornada de hacerte cargo del quehacer de la casa y trabajar fuera de casa.
En el caso de der activa o pasiva, debo hacer una acotación, la manera en las que las describí es acartonada, extremadamente estereotipadas, puede haber una pasiva que guste de usar pantalones, o una activa que si lave los platos, pero la idea principal es erótica, y se puede reducir a una pregunta: ¿te gusta hacer o que te hagan? Lo cual puede venir pegado a la pregunta: ¿eres masculina o femenina?, no es lo mismo pero los conceptos podrían venir pegados y revueltos.
Pero no te confundas, si te estás preguntando pero cómo entonces que soy yo sí: soy masculina pero me gusta que me hagan y esa es mi única forma de sentirme cómoda? Que soy? Pasiva o activa?
Según este contexto eres pasiva, porque ser activa o pasiva tiene que ver con el sexo y que te guste hacer o que te hagan.
Pongámoslo al revés: que pasa si… soy muy femenina, me encanta cocinar sueño con tener un hijo, me gusta más estar en casa que trabajar fuera, disfruto mucho atenderla y darle lo que más le gusta incluida la parte del sexo, disfruto mucho darle placer, penetrarla, acariciarla, subirme en ella, hacerle de todo, pero no me gusta que ella me toque a mí, ¿que soy, activa o pasiva?
La respuesta en este caso sería activa, porque el parámetro no es de rol de género o actitudinal, es sexual y erótico, me gusta hacer o que me hagan en la cama.
En realidad es la pregunta que lo contesta todo incluso la otra posición, la de ser Inter.

Si eres Inter en una relación lésbica en la parte sexual o erótica:
Eres una mujer que le gusta de hacer y que le hagan, no te siente satisfecha sexualmente si solo lo haces o solo te lo hacen, es decir deses hacer sexo oral y que te hagan sexo oral, te gusta penetrar y ser penetrada, te gusta estar arriba y también abajo, sueñas y desea ambas cosas.
Cuando piensas o te imaginas a ti misma teniendo sexo lo que puedes imaginar es algo así:
Cómo me gustaría un 69, poder tenerla y que me tenga, voltearla y comermela justo después de que yo tenga un orgasmo, y después de escuchar sus gemidos al venirse que haga conmigo lo que quiera, que me ponga boca abajo y restriegue su clítoris contra mi cintura mientras sus senos resbalan en mi espalda, me encantaría sentir su humedad fluyendo por mi cadera…
Las mujeres inter pueden vestirse como quieran, andróginas, masculinas, femeninas, cualquier estilo queda, no tienen una idea definida de quien debe traer el dinero a casa o quien lavar los platos, hacen, les hacen, dan toman, pagan, protegen y necesitan ser protegidas, en la vida como en la cama hacen de todo.
Hay un hermoso poema de Tatiana de la tierra que platica esto mismo de la siguiente manera… espero lo disfrutes:
Dime como tienes

Dime cómo tienes los labios y te diré quién eres 

Hay lesbianas duras. Éstas son las que se ponen los pantalones y a veces ni se los quitan.  Éstas son las peligrosas. Las machas. Las que se montan. Las que cogen. Las que muerden.

Las que penetran. Las que dominan. Las que todo el mundo sabe lo que son. Éstas son las más excitantes. Saben entonar el deseo de una mujer. Saben cómo hablarle a las tetas, cómo persuadir a los pezones. Saben el significado de cada sonido. Saben acariciar y agarrar y comer. Saben engatusar gritos y calmar ansias. Saben cómo endurecer un clítoris y además, saben qué hacer con ella.

Hay lesbianas muñecas.
Éstas son las de los labios rosados y las uñas rojas. Son las maquilladas y perfumadas.  Las femeninas. Las que se dejan montar. Las que se dejan coger. Las que se dejan morder, penetrar, dominar. Las que no todo el mundo sabe lo que son. Éstas son las más excitables. Saben soltar el deseo. Saben cómo hablar con las tetas, cómo dar los pezones. Saben calibrar cada sonido. Saben dejarse acariciar y agarrar y comer. Saben gritar y llorar. Saben cómo dejar que les endurezcan su clítoris y además, saben qué hacer con ella.

Hay lesbianas arcilla.
Éstas son las que se ponen los pantalones y se los dejan quitar. Son las deportivas, las andróginas, la nueva generación. Son las que se montan y se dejan montar. Las que cogen y se dejan coger. Las que muerden, penetran, dominan y se dejan hacer de todo también.
Las que todo el mundo cree pero no están seguros de que son. Éstas son las más excitadas. Cantan y bailan el deseo. Se hablan con las tetas y se timbran de pezón a pezón.
Hacen ruidos y se acarician y se agarran y se comen simultáneamente. Saben hacer gritar y lloran. Saben endurecer y dejar que le endurezcan su clítoris y además, saben qué hacer con ella. (Tierra, 2002)


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Elena Vega


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Elena Vega Ortega Soy psicóloga titulada de la Universidad del Valle de México, con especialidad en terapia Humanista y Gestalt, estudios que realicé en el Instituto Humanista de terapia Gestalt, además de haber terminado la maestría en hipnosis ericksoniana en el Centro Ericksoniano de México. He realizado otros estudios a nivel diplomado como: Programación nuero lingüística, tanatología y estudios de género, constelaciones familiares, terapia de grupo y terapia Yageriana, he dedicado la mayor parte de mi trayectoria profesional a la psicoterapia. Actualmente doy consulta en la zona oriente de la Ciudad de México y doy clase.
DESARROLLO Y MOVIMIENTO EN EQUILIBRIO A.C.

Nuestra visión es lograr que en el estado de México se respeten y tomen en cuentea los derechos y necesidades de las mujeres, librándolas de la violencia basada en su género u orientación sexual